La
Asociación de Trabajadoras de Hogar de Bizkaia denuncia la muerte en
accidente laboral de una trabajadora de hogar en Málaga el día 20
de febrero, al caer de un tercer piso mientras limpiaba las ventanas
de la vivienda donde estaba contratada.
Además
de manifestar nuestro dolor por esta muerte injusta, no queremos
dejar de apuntar a las personas culpables: son quienes, desde las
instituciones, no han dado todavía un solo paso para prevenir los
accidentes en el empleo doméstico, que están todavía hoy fuera de
la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
La
caída desde diferentes alturas es un accidente común en el trabajo
de hogar, y el resultado son torceduras, esguinces, fracturas… y en
la limpieza de ventanas, a veces la caída al exterior y la muerte.
En Marzo de 2011 moría una trabajadora de hogar al caer de un décimo
piso en Santurce, también mientras limpiaba ventanas.
La
prevención de los riesgos laborales está establecida absolutamente
en todos las actividades excepto en el empleo doméstico: en este
sector, la Administración no tiene en cuenta el riesgo, no establece
medidas de prevención, no controla, no informa, no educa.
La
razón del abandono es la falta de reconocimiento, el desprecio
patriarcal del trabajo doméstico y de cuidado: en qué consiste, qué
conocimientos requiere, qué procedimientos debe seguir. El resultado
de ese ninguneo tiene muchas manifestaciones: salarios bajos,
jornadas interminables y, en ocasiones, hechos como el de Málaga. Un
suceso previsible, y que pudo haberse evitado mediante sencillas
medidas de seguridad.
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